La constituyente es una decisión estratégica
1. La constituyente es estratégica
La iniciativa por parte
del gobierno de Maduro de convocar a una constituyente, quiebra y descalabra la
dinámica planteada en contra del gobierno por parte de la MUD y quienes apoyan
este instrumento político de la oposición.
Luego de más de un mes
de movilización y acción de protesta, la iniciativa constituyente pudiera
desplazar los espacios de confrontación, de la calle y los códigos de la
violencia, a los textos, la negociación política y los discursos en torno al
Estado.
También es importante reconocer
que la dinámica de oposición por parte de la MUD, en la calle y en la Asamblea
Nacional, apoyada también por el «sentido común» de los medios y la comunidad
internacional, se enfrenta no solo con el chavismo gubernamental, sino también,
niega y cuestiona al chavismo amplio y crítico que no se identifica
necesariamente con el gobierno de Maduro.
Pero la iniciativa del
presidente Maduro, igualmente pone al chavismo amplio y crítico en una compleja
situación en la que debe decidir estratégicamente.
Debe juzgar si el
«legado de Chavez» se ancla principalmente en la constitución bolivariana de
1999 o si el chavismo popular y amplio, el de las comunas, el de los
movimientos sociales, el que se articula en una serie de discursos y propuestas
anti-capitalistas, el que también habla de una Venezuela post-rentista, y el
que frecuentemente se enfrenta al actual gobierno y a instancias del Estado,
tiene otros horizontes.
La llegada al gobierno
de la MUD, el futuro que se anunciaría con el cronograma electoral, llevaría a
la afirmación de esa entelequia anti-política que europeos y anglosajones
llaman gobiernos centristas, que pueden ser «económicamente ortodoxos y
socialmente progresistas», o «económicamente ortodoxos y socialmente
conservadores». Formas de gestión política, que se construyen sobre el
desconocimiento de lo político y por medio de una razón técnica de la economía.
Todo aquello que comúnmente denunciamos como «neoliberalismo».
Si bien es cierto que el
chavismo amplio ha intentado generar opciones para la alternabilidad y otra
gestión, obstaculizados por el mismo Estado y una parte del chavismo
gubernamental, la decisión que se nos presenta con la iniciativa del presidente
es estratégica: ¿tirar afuera alguna capacidad de incidir sobre el Estado con
la pérdida del gobierno en las elecciones adeudadas y por venir? ¿Disponer quizás
la borradura del proceso bolivariano y los códigos del socialismo en el país
con la llegada de la MUD al gobierno? O, ¿mediante la iniciativa constituyente,
cuya apropiación sería necesaria, construir escenarios políticos y electorales
para otro chavismo?
2. De las bases
comiciales de la constituyente
Como alguien de
izquierda, y que se identifica con parte del chavismo amplio, y en particular
con aquello que se ha denominado el chavismo crítico—la orientación de grupos
como Marea Socialista, la «Plataforma en defensa de la constitución», pero
también otras organizaciones políticas y sindicales—las posiciones que asumo
ante el gobierno de Maduro parten de una serie de planteos en torno al valor de
la crítica marxista, el pensamiento decolonial, y el archivo del pensamiento emancipatorio
latinoamericano.
Pero también, más allá
de estas aristas teóricas, está el reconocimiento de los grandes errores en la
gestión estatal del chavismo gubernamental--más allá de la estructura petrolera
de la economía política y los desafíos que esta realidad plantea para el
país--así como la incapacidad por parte del Estado de atender la desbordada
corrupción en torno al control de divisas, y los mecanismos de importación de
medicamentos y alimentos, denunciados en numerosas ocasiones por quienes
habrían sido anteriormente
personeros del mismo gobierno del presidente Chávez.
A pesar de la compleja
coyuntura actual, se abre mediante la iniciativa del presidente Maduro, la
posibilidad de trabajar a favor del cambio que el chavismo crítico reclama. Por
esta razón la constituyente pudiera ser una opción para el trabajo político. El
presidente Maduro ha propuesto una constituyente que privilegie ciertos sectores
políticos, en donde se considera que el PSUV y el chavismo gubernamental tiene
mayor incidencia. No obstante, estos espacios--las comunas, los consejos de
trabajadores, entre otros--no son exclusivamente espacios del partido del gobierno.
Una visión liberal de la
política propondría otra aproximación a la constituyente, una que no reconoce
la distribución clasista de la economía política o las dinámicas raciales y
coloniales del presente, e insistiría en la igualdad abstracta de los
individuos y ciudadanos. Al no compartir esta visión ahistórica de lo político,
quien escribe, estaría dispuesto a apoyar una aproximación sectorial a la
constituyente.
Sin embargo, el debate político
se nos plantea, desde ya, en torno a las bases comiciales de la convocatoria.
Aquí se apuntalan y enfrentan las distintas visiones de lo político, la de los grupos
políticos afectos a la oposición, la del gobierno de Maduro y el chavismo gubernamental,
así como aquellas visiones propias del chavismo amplio. Se abre, necesariamente,
un primer espacio para la negociación política.
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