Tengo al igual que muchos en el grupo y en el país, la inmensa esperanza que las medidas cambiarias y económicas mejoren la situación del país, algo, un poco, en cierto grado. Pero señalo la dificultad que veo, ya de entrada, que se nos presenta. Se repite lo que el gobierno ha declarado numerosas veces: de «anclar» y «fijar» valores. Como si la economía fuera simplemente un asunto de declaraciones. El problema es que sabemos, desde los principios de la economía política --de W. Petty, A. Smith, D. Ricardo, K. Marx-- que el «valor» no se fija, ni se ancla (¿un Petro = USD 60?), sino que el valor (lo que Marx llamaba la forma-valor) se «produce» por medio del trabajo (socialmente necesario) y se «realiza» en las transacciones de compra y venta. Es decir, el valor es una serie de «relaciones de valor» y no simplemente una cifra que se propone o declara. En fin, el gobierno pudiera anunciar que el Petro vale 30, 60 ó 90, que el Petro tiene como «respaldo» al petróleo, al oro, a l
Campbell and Davis render chavismo banal, reducing it to the recklessness of Chavez’s charisma and people’s adoration of a now dead leader. Foreign Correspondent disappoints with ‘Venezuela Undercover’. A good-looking but trivial piece of ‘investigative journalism’. The 30-minute documentary by reporter Eric Campbell and producer Mike Davis, begins by asserting that Venezuela is, today, a ‘disaster’. Though very little in the documentary is offered that might allow the viewer to understand why ‘Venezuela is a disaster’. The imagery of Caracas, Venezuela’s capital, looks colourful and striking on screen, but the material accompanies a formulaic narration. Caracas is either manic and dangerous or a stagnant and politically depressed city. The assumption that Campbell or Davis are capable of reporting on Venezuela is naïve. That they should report on Venezuela is arrogant. Beyond Campbell’s statements on ‘populism’, ‘socialism’ and ‘oil wealth’, very little is said beyond a reference t
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